Asi es como llego la primavera ardiendo en aquellos días, el viento era sereno y yo solía pensar mucho en ese sueño que era recurrente. El encontrarte en cualquier calle, y me sorprendas como una estrella fugaz, destellante como esa inmensidad de tu mirada.
Ese sueño que me visitaba predijo este destino, renacer para encontrarte, para no olvidarte nunca, y mantener este cálida esperanza de reencontrarte en una próxima vida. Que el calor no se vaya, que siga encondida la flama de los lazos.
Como el cielo que nos abraza donde sea que estemos, prometimos encontrarnos.... como en aquellos días dorados nuestros.
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