Voy en un viaje para recordar, la lluvia que golpea la ventana, y los rayos del sol ahora vacuos. Comienzo a elevar la presión, la sangre rodea cada parte y mi corazón pareciera estallar. Ahora todo vuelve a comenzar, es el momento del quiebre. Todo parece brillar, es tiempo de arriesgar. El ritmo de los latidos marcan la melodía que me llena de adrenalina. El riesgo es absoluto y la tormenta suma suspenso a la noche.
Ya nada mas importa, la marca de salida inicia la cuenta regresiva a la lucha conmigo misma. Los valores, las ideas que sostengo, y aquello en lo que creo, hoy sera puesto a prueba. Un llamado al universo me indica el inicio de la nueva era de confianza, pues una vez quise derrotar la guerra interna de intereses. Y ahora solo quiero cortar los lazos con esos pensamientos.
Volver a confiar en los argumentos, guardar los momentos valiosos y hacer eternos los sueños. Una vez, cruce el portal de la tierra olvidado por muchos.
Y jure devolver las ilusiones, pero el Káiser alguna vez me lo advirtió. Esta vez, el camino es claro, las reglas del juegos están pautadas. Entre la niebla densa del camino voy, el reflejo del sol del mediodía me da la fe en la que quisiera creer. ñ
He seguido un camino prestado, y por mucho tiempo dude de la certeza de este sentimiento. Pero en este instante me aferro, siento la determinación y juego con los vientos a mi favor.
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