Mis oídos se concentran en el sonido de la lluvia que continua cayendo desde la mañana, aun ahora sigo pensando en las pequeñas gotas del roció matinal. Al lado de aquella calle florece una hortensia mientras la lluvia la golpea y brilla hermosamente. Solo la convicción y el poder de la razón abrirán la brecha que nos separa del mañana.
La fuerza interior, que a veces parece vacua, pero que ha sabido nacer en momentos cruciales ahora guarda un vasto sentido de la justicia.
El cielo ha repasado en su estela los pigmentos que alguna vez tejió con esmero, pues en cierto amanecer ha decidido borrar.
Por los limites de la ciudad he caminado en busca de un pequeño sueño, y me he encontrado con ilusiones suspendidas, en espera de quien se anime a llevarlas a cabo.
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