Estos días nublados que me alcanzaron hace un tiempo, no dejan de rodearme por completo.
He querido ver el sol, pero muy lejos en la luz, está el cielo. Nada hay más en este momento que desee más que el amanecer de un nuevo día. Durante la incertidumbre de la vida misma, vamos descubriendonos, los miedos, las culpas, quienes somos y hacia adónde vamos. Los girasoles siguen prometiendome un destello de plenitud, pero cuando camino hacia el verde de este campo teñido de batallas, el final se acerca.
Soñar es un don para valientes, un bien necesario, un derecho de todos. Incluso cuando hemos perdido toda la fe. Hoy quiero continuar...
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