Asoma el futuro, que ante nuestros ojos destella, las palabras no tienen significado en un mundo distorsionado de oscuridad. Suena el relámpago, es hora de la verdad, alguien me ha dado el poder. Enorme resplandor que surge de enemigo a enemigo, es el momento para elevar el vuelo. Ahora creo en mi, emblema de fortaleza, esperando desde hace millones de años.
Pues es tu amor tan impetuoso como el viento, sublime como un dios en plena gloria y con luz cegadora. Arremolinado inunda e invade cada fibra del día a día para sembrar en mi corazón un soplo divino. Como en ese lugar oculto, donde no existen limites provocaras la tempestad de tu oasis interior, y quemaré todo para adorarte, así los truenos despertaran el sello del alma.
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