El Templo de las Constelaciones

 Voy caminando por las ruinas de muchos de los templos que han dejado de existir con el paso del tiempo, y de entre todos los vestigios la felicidad me afronta con su bello manto del color del arco iris.

Cada mañana se inicia en el nuevo día un nuevo desafio, el saludar al mundo con una sonrisa que está soplando en el ala de oro con valor verdadero y el amor en nuestros bolsillos. Me gustaría si tuviera alas, barrer la tristeza y el pasado de la tierra. Dejar atrás el miedo y llenarme de férrea resistencia para hacer frente a los presagios desafortunados que pudieran venir. Tener fe en capturar un milagro en la palma de mi mano. Volar al cielo sin limite, la tierra y el futuro con el ala del recién llegado, tal vez algún día, sin duda la respuesta es seguir mi camino. Solo una única respuesta debe existir en un vuelo muy lejano. No importa las cosas que no podemos hacer, por que todos los días en las calles damos vuelta y allí esta la fe de la superación. En el horizonte, cruzando las nubes desde el día hoy, así que sin dudas al frente a dejar atrás la indecisión para que la verdad se sepa con el triunfo del mañana.